Por Luis Martínez Alcántara
Cada 20 de abril, el mundo conmemora el Día Mundial de la Marihuana, una fecha que tiene sus raíces en 1971, cuando un grupo de estudiantes de California, conocidos como “Los Waldos”, se reunían a las 4:20 p.m. para consumir cannabis. Este código, “420”, se convirtió en un símbolo de la cultura cannábica y en una jornada de activismo global.
En México, la Ciudad de México fue el epicentro de las celebraciones del 4/20 en 2025. El colectivo “Las Hijas del Cannabis” organizó el 420 Festival en el Hemiciclo a Juárez, que tuvo lugar de 14:30 a 18:30 horas. El evento incluyó actividades culturales y artísticas, buscando visibilizar las demandas por una regulación integral del cannabis y celebrar la identidad cultural de la comunidad cannábica.
Además, diversos grupos se congregaron en puntos clave de la capital, como la Estela de Luz y el parque Luis Pasteur frente al Senado. Los participantes exigieron el cultivo y la posesión libre de cannabis, espacios compartidos en igualdad y un trato digno basado en ciencia, ética y derechos humanos para los consumidores. También se envió una carta a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, solicitando la conclusión de la legislación pendiente sobre el tema.
A pesar de las festividades, las autoridades capitalinas decidieron controlar la celebración prohibiendo la venta de alcohol y marihuana en la vía pública. Esta medida generó críticas entre los asistentes, quienes consideraron que limita la expresión y el activismo en torno al consumo responsable de cannabis.
En su libro “Cannabis Industrial: Fuente de Crecimiento Económico en México”, el ingeniero Humberto Vega argumenta que la legalización del cannabis podría generar entre 100,000 y 250,000 empleos en el país. Vega destaca que México posee vastas extensiones de tierras fértiles, actualmente abandonadas, que podrían ser aprovechadas para el cultivo de cannabis industrial, beneficiando a comunidades rurales afectadas por la violencia.
Además, Vega señala que el desarrollo de la industria del cannabis contribuiría a la sostenibilidad ambiental, al reducir la tala de árboles mediante la producción de papel a partir del cáñamo. También enfatiza los beneficios para la salud y la economía que derivarían de una regulación adecuada, posicionando a México como líder en la producción de cannabis a nivel mundial.
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