AUTORIZA TRUMP ARRESTOS EN IGLESIAS, HOSPITALES Y COLEGIOS

Por Luis Martínez Alcántara.

El presidente Donald Trump, apenas un día después de asumir su segundo mandato, autorizó a las fuerzas del orden realizar arrestos de inmigrantes indocumentados en lugares previamente considerados “zonas protegidas”, como iglesias, hospitales y colegios. Esta decisión revierte las directrices de la administración Biden que limitaban las redadas en estos espacios sensibles para garantizar el acceso a servicios esenciales.

Según el Departamento de Seguridad Nacional, la medida busca “empoderar” a los agentes para aplicar las leyes migratorias y combatir lo que consideran una amenaza de “criminales extranjeros”. La eliminación de estas restricciones ha generado preocupación entre comunidades religiosas, educativas y sanitarias en todo el país. Estos sectores temen que la nueva política disuada a los inmigrantes indocumentados de buscar ayuda médica, educación o refugio espiritual.

La medida forma parte de una estrategia más amplia para intensificar las deportaciones masivas y cumplir con una de las promesas clave de campaña de Trump. El mandatario ha declarado la inmigración ilegal como una emergencia nacional y ha señalado que las fuerzas del orden no estarán limitadas por políticas previas. Esto incluye redadas en eventos públicos y otros espacios considerados sensibles desde 2011, lo que marca un cambio drástico respecto a administraciones anteriores.

Por otro lado, Trump también anunció oficialmente la retirada de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), alegando una falta de transparencia y eficacia en su gestión. Según el mandatario, la OMS no ha cumplido con sus responsabilidades durante crisis sanitarias globales recientes y acusa a la organización de estar influenciada por intereses políticos internacionales. Esta decisión es vista como un paso hacia el aislamiento internacional en materia sanitaria.

La salida de Estados Unidos de la OMS podría tener implicaciones significativas para los esfuerzos globales contra pandemias y otras emergencias sanitarias. Como uno de los principales financiadores de la organización, esta decisión pone en riesgo programas esenciales en países vulnerables. Mientras tanto, expertos advierten que esta medida podría debilitar la respuesta global frente a futuras crisis sanitarias y aislar aún más a Estados Unidos en el escenario internacional.