octubre 13, 2025

Marchan en Durango para exigir la aparición con vida de Carlos Emilio Galván Valenzuela

Por Redacción:

Durango, 13 de octubre de 2025. Con el rostro de Carlos Emilio impreso en lonas y pancartas, y al grito de “Durango lo vio crecer, Sinaloa nos lo quitó”, familias, colectivos de búsqueda y vecinos marcharon por el centro de la ciudad para exigir a las autoridades la localización con vida del joven desaparecido en Mazatlán la madrugada del 5 de octubre. La movilización, convocada por la madre y allegados de la víctima, partió del Hotel Gobernador y recorrió avenidas hasta las puertas de la Fiscalía General del Estado, en una jornada que puso en el centro la demanda de respuestas ante lo que los manifestantes califican como inacción oficial.

El caso de Carlos Emilio Galván Valenzuela —reportado por la familia como desaparecido luego de ingresar al baño del bar Terraza Valentino’s, en la zona de Olas Altas de Mazatlán— detonó una ola de búsqueda en redes y la convocatoria a marchas tanto en Sinaloa como en Durango. Video y versiones familiares han circulado desde los primeros días; la madre del joven, visiblemente conmovida, encabezó la caminata y pidió a gritos que entreguen los videos de las cámaras de seguridad del establecimiento y que “traigan a mi hijo”.

Familiares denunciaron que, además de la falta de avances en la localización, reciben constantes llamadas de extorsión relacionadas con el caso, lo que agrava la angustia: “Si alguien sabe algo, no nos lo guarden; ya nos mandan amenazas y no podemos quedarnos callados”, dijeron ayer frente a la fiscalía, según relató la representación de los grupos de búsqueda que acompañaron la protesta. En su exigencia, los colectivos sumaron otras causas: reclamaron protocolos efectivos, mayor coordinación entre las fiscalías de Sinaloa y Durango y la inmediata difusión de imágenes que ayuden a trazar la última ruta conocida del joven.

La Fiscalía General del Estado de Sinaloa confirmó que hay una investigación abierta por la desaparición y, de forma paralela, el establecimiento señalado comunicó que ha entregado a las autoridades los videos de seguridad solicitados y que colabora con las pesquisas. Aun así, para la familia y los asistentes a la marcha eso no es suficiente: demandaron transparencia en las diligencias y una comunicación constante sobre las líneas de indagatoria y los resultados de peritajes y rastreos.

En la protesta participaron también madres buscadoras y representantes de colectivos por la localización de desaparecidos, que aprovecharon la convocatoria para visibilizar otros expedientes sin cierre en la entidad. Portaban las fichas de personas aún no localizadas y exigieron a las instituciones que actúen con la misma premura con la que activan protocolos en otros casos mediáticos. Integrantes de estos colectivos reclamaron un refuerzo en las acciones de campo —búsquedas con georradar, revisiones en polígonos de riesgo y cruces de cámaras— y la habilitación de una línea directa de comunicación entre familias y fiscales que permita recibir avances periódicos.

Medios locales que documentaron la marcha registraron un acto con tono solemne: muchos participantes vistieron de blanco, llevaron velas y se reunieron en silencio frente a la fachada de la Fiscalía antes de dispersarse. Los organizadores llamaron a mantener la presión y anunciaron nuevas acciones si en breve no hay novedades en la búsqueda. “No vamos a descansar hasta encontrar a Carlos Emilio con vida”, dijo un portavoz de la familia al término de la movilización.

En paralelo, las crónicas regionales recuerdan que el bar en cuestión es objeto de escrutinio público; algunas notas apuntan que su propietario tiene vínculos con figuras públicas locales, lo que añade una capa de complejidad política a la exigencia de la familia y de la ciudadanía para que la investigación sea expedita y transparente. Las fiscalías de Sinaloa y Durango, por su parte, dijeron que permanecerán en contacto y que cualquier persona con información puede acercarse a las líneas oficiales o a la propia representación familiar para aportar datos.

Durante la marcha se repitió un reclamo que atraviesa muchas familias de desaparecidos en México: la sensación de que los procesos tardan, que la información no llega con prontitud y que la presión social es un factor que empuja a las autoridades a acelerar diligencias. Los colectivos anunciaron que en los próximos días buscarán audiencias con las fiscalías involucradas y con instancias estatales para revisar el plan de búsqueda y exigir resultados concretos.

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