Por Redacción:
Ciudad de México – 12 de noviembre de 2025 – Oscar Isaac, el actor guatemalteco-estadounidense que da vida al atormentado doctor Victor Frankenstein en la esperada adaptación de Guillermo del Toro para Netflix, reveló detalles fascinantes sobre el rodaje de la película, describiéndola como un “melodrama mexicano” impulsado por una dinámica de dirección inusual: albures, chistes verdes y conversaciones exclusivas en español entre él y el cineasta mexicano. En una entrevista para la edición de noviembre de 2025 de la revista GQ, Isaac contó cómo esta complicidad cultural transformó el clásico gótico de Mary Shelley en una obra cargada de emoción latina, alejada de la solemnidad europea tradicional, permitiendo explorar la oscuridad con ligereza y humor.
Isaac, de 46 años y nominado al Oscar por “Inside Llewyn Davis” (2013) y “Dune” (2021), compartió estas anécdotas en una conversación con GQ que se publicó el 10 de noviembre, coincidiendo con el estreno mundial de “Frankenstein” en Netflix, donde la cinta se convirtió en el lanzamiento más visto de la plataforma en su primera semana, superando los 100 millones de visualizaciones globales. “Guillermo es una persona increíblemente alegre. El set era alegre. Nos reíamos todo el tiempo. Él básicamente me dirigía con chistes sucios, y solo hablábamos en español entre nosotros. Creo que por esa alegría y ligereza, pudimos ir a fondo con la oscuridad también”, explicó el actor, quien interpretó a Victor Frankenstein, el ambicioso científico que crea un ser a partir de partes de cadáveres. Esta decisión de comunicarse en español, desde los primeros días de filmación en los estudios Pinewood de Toronto en 2024, creó un ambiente íntimo que impregnó la producción con un tono visceral y emotivo, propio de la sensibilidad hispanoamericana.
El proyecto, que Del Toro ha calificado como su “sueño de 50 años”, surgió de una obsesión infantil por el monstruo de Mary Shelley, a quien el director veía como un “santo patrón” de los marginados. Desarrollado durante décadas con intentos fallidos en Universal y otros estudios, el guion final –coescrito por Del Toro con Mattson Tomlin– se centra en la relación paterno-filial entre Victor y su criatura, interpretada por Jacob Elordi (“Euphoria”, 2019-2022), explorando temas de rechazo, identidad y redención con un enfoque humanista. Isaac, quien se unió al elenco en 2023 tras rechazar el rol inicialmente por temor a no honrar la novela de 1818, describió el tono resultante como “un melodrama mexicano muy emotivo. Es una historia muy europea contada desde un punto de vista extremadamente latino”. En un momento del rodaje, Isaac cuestionó la intensidad emocional: “Pensé: ‘Es demasiado, hombre. ¿Será que esto es demasiado?’ Y él me dijo: ‘Mira, cabrón, no es casualidad que el nombre real de mi Víctor sea Óscar Isaac Hernández'”. Esta anécdota resalta cómo Del Toro incorporó elementos culturales mexicanos, como el machismo patriarcal y el melodrama de películas clásicas con Pedro Infante, para reinterpretar el romanticismo gótico.
El rodaje, que duró 120 días entre Toronto y Praga en 2024, contó con un elenco estelar: Jacob Elordi como la Criatura, Mia Goth como Elizabeth Lavenza (la prometida de Victor), Christoph Waltz como el profesor Waldman y Charles Dance como Leopold Frankenstein, el padre distante del protagonista. Del Toro, ganador de dos Oscars por “The Shape of Water” (2017), infundió la producción con su sello: efectos prácticos de maquillaje por Mike Hill y Guy Williams, sets góticos con influencias de Hammer Films y una banda sonora de T Bone Burnett que mezcla valses y coros eclesiásticos. La secuencia de creación de la Criatura, filmada como un número musical con Isaac dirigiendo una orquesta imaginaria, ejemplifica esta fusión: “Romanticismo inglés volviéndose mexicano, abrazando el melodrama”, como lo describió Del Toro en una entrevista con EL PAÍS el 6 de noviembre.
La película, estrenada en cines limitados el 23 de octubre de 2025 antes de su llegada a Netflix el 7 de noviembre, ha recibido elogios unánimes por su profundidad emocional y visual. The Hollywood Reporter la llamó “una narración épica de excepcional belleza”, mientras The Guardian la definió como “un melodrama monstruosamente bello”. Críticos destacan la interpretación de Elordi como “magnífica y transformadora”, contrastando la vulnerabilidad del monstruo con el ego desbordante de Isaac, y ven en la cinta un espejo de temas actuales como la paternidad tóxica y la identidad fragmentada. En México, donde Del Toro presentó la cinta en el Antiguo Colegio de San Ildefonso el 3 de noviembre ante 1.500 invitados, el director bromeó sobre llevar a Isaac y Elordi “a empedarse” durante la proyección, reflejando el tono festivo del evento.
Isaac, quien creció en Guatemala y Miami admirando a Del Toro desde “Cronos” (1993), enfatizó la conexión cultural: “La cosa patriarcal es muy fuerte. El melodrama, el drama de ser ciegos ante esos problemas, es muy mexicano”. Del Toro, de 61 años y originario de Guadalajara, mostró a Isaac películas como “La Oveja Negra” (1949) de Ismael Rodríguez con Pedro Infante para capturar esa masculinidad cabrona, transformando el horror en un lamento familiar. “Nadie ama a los monstruos como él”, dijo Isaac, refiriéndose al director, quien ve en Frankenstein una biografía de la humanidad: “una de familias rotas”.
En redes sociales, la revelación ha generado memes y debates, con #FrankensteinMexicano trending en X el 11 de noviembre, acumulando 200.000 menciones, y fans elogiando la “mexicanización” del clásico como un puente entre Shelley y el cine de oro mexicano. Del Toro, en una charla con J.A. Bayona para Fotogramas el 6 de noviembre, confirmó: “Todos somos santos e hijos de puta el mismo día”, encapsulando la dualidad de su visión. Con una duración de 132 minutos y calificación R por violencia gráfica y temas maduros, “Frankenstein” no solo revive un mito, sino que lo infunde con el alma latina, demostrando cómo el humor y el dolor se entrelazan en el cine de Del Toro. Isaac concluyó en GQ: “A este chico mexicano lo hiciste muy feliz”, refiriéndose al niño que Del Toro fue, y al actor que encontró en esta colaboración un hogar cultural en la pantalla.
Más historias
Reconocen Iván Hernández, legado de justicia social del expresidente Andrés Manuel López Obrador y la continuidad de su visión bajo el liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum
WhatsApp llega a Apple Watch: Envía mensajes y recibe llamadas sin tu iPhone
Gobierno defiende la libertad: Sheinbaum asegura ‘ni reprime ni censura’ en foro de radio y TV