Por Luis Martínez Alcántara
El creciente mercado de videojuegos en México ha captado la atención de las autoridades, ya que el crimen organizado está utilizando estas plataformas para reclutar a menores de edad. La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) ha confirmado que esta práctica representa un peligro latente, facilitado por el acceso masivo y la versatilidad de dispositivos como los teléfonos inteligentes.
México ocupa el segundo lugar en el mercado de videojuegos en América Latina, lo que lo convierte en un terreno atractivo para el crimen organizado. Los videojuegos con temáticas de violencia gráfica, guerra o combate son las plataformas más utilizadas por los delincuentes para acercarse a los menores. Durante las largas horas de juego, los criminales se ganan la confianza de los jóvenes para posteriormente ofrecerles participar en actividades delictivas, ya sea con promesas de altos ingresos o mediante amenazas.
El modus operandi de los delincuentes sigue una serie de pasos:
1. Identificación de posibles víctimas: Se infiltran en plataformas de videojuegos populares que permiten interacciones entre jugadores.
2. Ganarse la confianza: A través de chats y conversaciones en línea, establecen lazos con los menores.
3. Propuestas peligrosas: Una vez obtenida la confianza, invitan a los menores a participar en actividades ilegales, prometiendo ingresos fáciles o beneficios materiales.
4. Uso del miedo: En algunos casos, los menores son amenazados para evitar que denuncien o rechacen las propuestas.
Para proteger a los menores, la SSPC recomienda:
Activar el control parental: Limita el acceso a contenidos inapropiados y restringe funciones peligrosas.
Supervisión constante: Los padres deben monitorear el uso de la tecnología y fomentar una navegación responsable.
Fomentar el diálogo: Hablar abiertamente con los menores sobre los riesgos de interactuar con desconocidos en línea.
Establecer horarios: Limitar el tiempo frente a las pantallas y promover actividades al aire libre o en familia.
Revisar clasificaciones: Verificar que los videojuegos sean adecuados para la edad y cuenten con etiquetas de clasificación visible.
Consultar la Ciberguía: Ofrece información clave sobre ciberseguridad y prevención de delitos en línea.
Si se sospecha que un menor podría estar siendo víctima de este tipo de reclutamiento, es fundamental contactar a la Unidad de Policía Cibernética local o llamar al número 088 para recibir apoyo inmediato. La prevención y la atención oportuna son esenciales para evitar que los jóvenes sean seducidos por el crimen organizado a través de los videojuegos.
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