enero 23, 2025

JÓVENES EN CHINA ENCUENTRAN COMPAÑÍA EN MASCOTAS CON IA

Por Luis Martínez Alcántara

La soledad y el aislamiento social, problemas crecientes entre los jóvenes en China, están encontrando una solución innovadora: mascotas impulsadas por inteligencia artificial (IA). Estos dispositivos, como BooBoo, un robot con forma de conejillo de indias creado por Hangzhou Genmoor Technology, están diseñados para ofrecer compañía y apoyo emocional.

BooBoo, del tamaño de una pelota de rugby, interactúa con sus dueños simulando comportamientos sociales humanos, lo que ha resultado especialmente útil para combatir la ansiedad y el aislamiento en un contexto social cada vez más complejo.

El mercado de estas “mascotas sociales” está en pleno auge. Desde su lanzamiento en mayo de 2024, BooBoo ha vendido más de 1,000 unidades a un precio aproximado de 190 dólares. Este fenómeno refleja una creciente demanda de soluciones tecnológicas para necesidades emocionales. Según expertos, el mercado global de robots sociales podría multiplicarse siete veces para 2033, alcanzando los 42,500 millones de dólares. Asia lidera esta tendencia, con China como epicentro del desarrollo e innovación en este sector.

Para muchos jóvenes chinos, estas mascotas representan más que un simple dispositivo tecnológico; son una fuente de consuelo y compañía. Además de BooBoo, existen alternativas como Baby Alpha, un perro robot que no solo actúa como mascota sino también como sistema de vigilancia y comunicación. Estas herramientas han sido adoptadas principalmente por familias con niños pequeños y jóvenes que buscan aliviar la soledad o gestionar la ansiedad derivada del entorno social actual.

Sin embargo, no todos están convencidos del impacto positivo de estas mascotas robóticas. Críticos argumentan que, aunque ofrecen alivio temporal, no pueden reemplazar la conexión emocional profunda que se experimenta con una mascota real. A pesar de esto, los desarrolladores defienden su utilidad como una solución práctica para quienes no pueden cuidar animales vivos debido a restricciones económicas o logísticas.

En un país donde las tasas de natalidad han disminuido drásticamente y el número de mascotas está en camino de superar al de niños menores de cuatro años para 2030, las mascotas con IA parecen estar llenando un vacío emocional significativo. Este fenómeno no solo refleja un cambio cultural hacia la aceptación de la tecnología en la vida cotidiana sino también una transformación en cómo las generaciones más jóvenes enfrentan los desafíos emocionales del mundo moderno.

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